Inserción en el Mercado

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La tendencia actual a nivel mundial, dados los problemas climáticos, ha sido la de optar por formas de energía “verdes”, es decir, que no dañen el medioambiente y que sean, en lo posible, renovables. Es de esta forma como la gente en Chile, en ciertos círculos sociales, se ve más dispuesta a invertir un poco más de dinero, ante todo, debido a las fluctuaciones en el precio del combustible y a la inminente escasez de petróleo que los analistas estiman se avecina. Al mismo tiempo se logra ayudar en el cuidado del medioambiente, pero, siendo francos, esto no es lo que más atrae en temas de marketing hoy en día, factor que los constructores de vehículos eléctricos e híbridos han sabido ver. Es por esto que, más que por un combustible limpio, ellos abogan por una economía en los gastos. Pero, ¿Hasta qué punto se han comprometido en esta ofensiva de precios? Es natural que los vehículos eléctricos sean más caros que los de combustión interna, dado que, en el fondo, algo del dinero que eventualmente se hubiese gastado en la compra de combustible tras la adquisición de en un vehículo con motor de combustión interna, y que, por tanto, se hubiese ahorrado tras la compra de uno eléctrico, tiene que ser sumado al precio de venta de este último, de manera que sea un poco más rentable su producción. Del mismo modo, la tecnología que requiere este tipo de vehículos es más cara, lo que obliga a los constructores a subir los precios. Todo esto teniendo en mente que son pocas las compañías de autos cuya meta es no contaminar; la gran mayoría busca vender su producto sacando el mayor provecho de éste. Remitiéndonos a datos concretos y privilegiando el costo ante cualquier otro factor, actualmente en Chile la empresa Rein, con sede en Huechuraba, Santiago, importa un vehículo totalmente eléctrico, el primero en su tipo en nuestro país de la marca China US-1, el C-ro (el azul mostrado en la foto). Este modelo entra en la categoría de los city cars, y dentro de sus especificaciones se anuncian 8 horas de carga de la batería, una autonomía de 130 kilómetros y una velocidad máxima de 60 km/h. Estas ocho horas de carga equivalen a 700 pesos chilenos, pagando entonces una décima parte de lo que pagaríamos en un auto que funcione con bencina, para esta misma autonomía. Este modelo se vende a un precio de 4.760.000 pesos. En estos momentos es el único en el mercado con dicho tipo de motorización. Se proyecta que para el año 2009 llegará otro city car eléctrico al mercado chileno, el Reva, con un precio de 6.700.000 pesos. Éste, por su parte, carga un 80% de su batería en 2 horas y treinta minutos, posee una autonomía de 60 kilómetros y una velocidad máxima de 70 km/h. Es necesario hacer una compariación con los vehículos con motor de combustión interna. Por este precio, se pueden comprar autos como el Chevrolet Corsa y Spark o el Kia Morning, que gozan de algo más de prestigio y no tienen la limitante de la carga de la batería. Para el mismo año 2009, se espera que marcas más grandes comercialicen sus modelos eléctricos en nuestro país, como Subaru. Otras, dentro de las que gozan de más prestigio a nivel mundial, han manifestado sus pretensiones por unirse a este cambio (en gran medida por temas de competitividad), como Mercedes-Benz que quiere prescindir del petróleo para el 2015 (ver artículo completo), o Renault y Nissan que quieren masificar la venta de automóviles eléctricos en Protugal para el 2011 (ver artículo completo).
Por otra parte, los que sí se han abierto paso en el mercado son los vehículos híbridos, que poseen un motor de combustión interna y uno eléctrico trabajando alternadamente, pero con precios superiores: el Honda Civic Hybrid, por el momento el único de su tipo en ser comercializado en Chile, se ofrece en nuestro mercado por un precio de 13.990.000 pesos, costando alrededor de un 20% más que el modelo bencinero similar. Se estima que dentro de los próximos años llegarán otros modelos de la mano de otras marcas, como el Toyota Prius, que ha alcanzado gran fama en el mercado estadounidense, o de la mano de Lexus (división de lujo de Toyota), entre otras.
Es por las razones recién mencionadas que los vehículos eléctricos no han tenido una llegada tan fuerte en nuestro mercado. Primero, porque la gama que se nos ofrece es limitada (un sólo vehículo). Segundo, porque las especificaciones técnicas de este tipo de vehículos requiere toda una infraestructura vial respaldándola que permita que estos autos sean realmente utilizables; se requieren puntos de recarga de baterías de emergencia, la comercialización de repuestos, la puesta en marcha de servicios técnicos especializados, etc. Este problema está, no obstante, empezando a solucionarse en España y California (ver artículo completo), siendo de los pocos lugares donde la infraestructura vial permite un uso 100% confiable de lo autos eléctricos. Tercero, porque los precios de venta son todavía muy altos en relación a lo que ofrecen; por el mismo precio, en Chile se puede comprar un auto más grande que un city car y sin el riesgo de quedar sin energía (bencina). Por otro lado, a nuestro mercado todavía no han llegado los autos eléctricos más avanzados, como el deportivo Tesla Roadster (del cual tratamos en el blog) por lo que una opción así de seductora no se ha presentado a los ojos del público chileno. Por lo demás, este vehículo tiene un precio de venta relativamente alto (entre 80.000 y 90.000euros). A nivel mundial, si bien los vehículos eléctricos presentan más fuerza que en nuestro país, todavía forman parte de una industria que se está recién instaurando en el mercado, por lo que todavía no gozan del prestigio para competir con los modelos bencineros de mayor fama y las empresas más grandes y con más historia en la construcción de automóviles.
Respecto al tema de la contaminación, en un vehículo con motor de combustión interna es bien sabido que se producen gases que afectan la capa de ozono. En parte se ha logrado avanzar bastante con los catalizadores ya que, sin ellos, los autos producirían gases bastante tóxicos, tanto para el ambiente como para la salud, como lo son los anhídridos de nitrógeno (NOx) y el monóxido de carbono (CO). El convertidor transforma el CO en dióxido de carbono y los NOx en nitrógeno molecular. Ambos gases resultantes se encuentran en forma natural en la atmósfera, pero el descontrolado incremento de dióxido de carbono en ésta ha contribuido al aumento del efecto invernadero y, por lo tanto, a un desequilibrio que participa en parte (junto con otros factores causales) de lo que hoy se manifiesta como el calentamiento global.
Si bien podríamos decir que un auto eléctrico al funcionar no produce ningún tipo de polución, todo el proceso de producción de energía sí lo hace. En Chile, la electricidad es producida en su mayor parte en plantas Térmicas, que generan energía en base a la quema de petróleo Diésel o de gas, dependiendo, por tanto, de las reservas de este combustible fósil, del cual precisamente estamos tratando de independizarnos, dadas las consecuencias ecológicas de su industrialización. Esta realidad no se aleja mucho de la de otras naciones consideradas desarrolladas. Es por esto que si intentamos establecer una política respecto del medioambiente, no sólo en Chile, sino a nivel planeta, primero debemos cambiar las fuentes de producción de electricidad, de modo que sean en su totalidad renovables y ecológicas, junto con el ya mencionado respaldo que debe existir por parte de la infraestructura vial. Del mismo modo, el proceso de producción en la fábrica de automóviles debe ser lo más “limpio” posible, considerando que también reciben energía de la red eléctrica de la nación en cuestión, tal como lo hace una vivienda.
En suma, el tema de los vehículos eléctricos y el tema energético que lo acompaña dan para un largo debate, y en caso de que se llegase a una comercialización masiva de este tipo de automóviles, se requerirán cambios estructurales radicales. Se presenta así un campo muy fértil para que surjan nuevas ideas, para que nuevas mentes creen nuevas soluciones que esta vez se proyecten hacia el futuro, midiendo las consecuencias, y no instaurando más problemas, como se ha venido haciendo hasta ahora.

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¿Es adecuado invertir en coches eléctricos con la actual tecnología?

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Dada la situación actual, con el alza del precio del petróleo y el problema medioambiental, esta pregunta es la primera que se nos viene a la cabeza. ¿Será el momento indicado para hacer el cambio de la bencina a la electricidad? Quizás las tecnologías en poco tiempo más nos presenten una situación más rentable o más apropiada. De hecho, en este momento estan recién empezando a ocuparse las baterias de iones de litio, mucho más livianas que una bateria común de ácido y plomo, lo que contribuye a una mayor eficiencia. Puede ser, entonces, que en breve tiempo más surjan otras tecnologías.
Centrándonos en nuestro país, en este momento no se presenta una infraestructura vial que permita el conducir una auto eléctrico sin problemas, sobre todo considerando que el auto que se ofrece actualmente, el C-ro, posee una autonomía de 130 kilómetros, es pequeño y alcanza sólo nua velocidad de 60 km/h. Este auto sería sólo de uso en ciudad, cerca de puntos de recarga y tomando en cuenta los 4.760.000 pesos que hay que pagar por él, no se presenta como una solución rentable, dado el uso limitado del modelo en cuestión. Esto, sumado a que el modelo viene de China, no genera confianza, por lo que su comercialización no ha sido masiva. Fuera del modelo en específico, el tener un auto eléctrico no sería, por tanto, seguro ni confiable en nuestro país. Esto, sin embargo, cambia si es que vemos la situación de California, donde ahn surgido numerosas mejoras a fin de incentivar a la gente a usar automóviles eléctricos y donde, por tanto, si es una alternativa tentadora y económica.
Por otra parte, el problema medioambiental exige medidas y cambios inmediatos, ya que la temperatura sube minuto a minuto. Además, las reservas de petróleo a nivel planeta se están terminando.
En definitiva, nos encontramos en un paradigama, ya que debemos cambiar nuestros hábitos y forma de vivir sin perder más tiempo y debemos encontrar nuevas fuentes de energía, pero la tecnología no se ha hecho todavía tan accesible como para poder aprehenderla en masa y revertir así nuestra situación. El problema es de altos vuelos.
Hemos llegado a la conclusión que, desde el punto de vista económico, dada la oferta del mercado, no es lo óptimo invertir en vehículos eléctricos en este momento, y no lo haríamos en caso de poseer el dinero, pero desde el punto de vista ecológico, el cambio debe efectuarse ya. Frente a esto, la opción de los vehículos híbridos se presenta como la mejor, ya que no presenta los problemas de los vehículos eléctricos y además este tipo de motorización disminuye hasta en un 80% las emisiones, lo cual ya es un buen comienzo en la solución del problema planetario.

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Pasado y Presente

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A pesar de que hoy en día es mucho más común ver un automóvil propulsado por un motor de combustión interna que uno propulsado por un motor eléctrico, el vehículo eléctrico fue uno de los primeros en desarrollarse, al punto que los primeros pequeños ejemplares aparecieron incluso antes que el famoso motor de cuatro tiempos, sobre el que Diesel y Benz se basaron para idear el automóvil actual. En la década comprendida entre 1830 y 1840, el escocés Robert Anderson creó el primer vehículo eléctrico puro, al que le sucedieron otros modelos daneses, franceses, ingleses y más tarde norteamericanos, los que se vieron beneficiados por los adelantos tecnológicos que se presentaron, como la mejora de la pila eléctrica. Incluso, con dicha propulsión, se logró superar la barera de los 100 km/h en 1899.
No obstante, la introducción del arranque eléctrico en los motores de combustión interna, siendo el arranque manual uno de sus principales defectos y gran obstáculo para su comercialización, además de la implementación del sistema de producción en cadenas de montaje a partir de 1908, contribuyó a la caída del vehículo eléctrico, quedando el motor eléctrico relegado a aplicaciones industriales.
Dicha tendencia se ha visto revertida en las últimas décadas, y en la actualidad, con la incesante búsqueda de energías alternativas debido a los problemas medioambientales que nos atañen, los constructores de vehículos eléctricos han sabido sacar provecho de la situación, aferrándose a los adelantos tecnológicos, ofreciendo no sólo vehículos que no contaminan (al menos no directamente) y que permiten la independencia de los combustibles fósiles, sino modelos que además poseen prestaciones que le permiten competir hasta con deportivos de la talla de Porsche o Ferrari. Sin embargo, en Chile son todavía inaccesibles estos ejemplares, siendo la única alternativa "amigable con el medioambiente" la de los autos híbridos.

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Comparativa

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Los motores eléctricos poseen la cualidad de transformar la energía eléctrica en energía mecánica. En otras palabras obtienen su capacidad de movimiento a partir de la energía eléctrica liberada por una batería o por una célula a de combustible de hidrógeno, mecanismo que se basa en el sistema de generación y acumulación de energía eléctrica. El intercambio de cargas positivas y negativas mantiene la corriente eléctrica que pude usarse para hacer andar el motor eléctrico. El vehículo eléctrico puede poseer más de un motor eléctrico, siendo la función, de cada uno de ellos, la de transformar la energía eléctrica que llega de las baterías en movimiento. Esta energía puede ser aprovechada tal cual llega, o sea, en forma de corriente continua o bien, y gracias a un transformador, en forma de corriente alterna.
El motor de combustión interna se compone básicamente de una cámara, con forma de cilindro, en la cual hay un pistón o émbolo estrechamente ajustado que actúa como cierre de la parte inferior, a modo que la energía liberada con la combustión quede completamente atrapado en esta cámara. Al mismo tiempo este pistón tiene libertad de movimiento hacia arriba y abajo. Entonces, cuando se produce la combustión, este se impulsa hacia abajo, y su movimiento se transmite, por medio de una biela, a un cigüeñal rotatorio, para luego transferirlo, a través del cambio y la transmisión, a la rueda o ruedas motrices. Durante este proceso la parte superior del pistón se encuentra cerrada, pero se abre a momentos para permitir la salida de gases producidos por la combustión.
Un motor eléctrico posee una menor cantidad de piezas en comparación a un motor de combustión interna o uno a vapor, razón por la cual está menos propenso a fallos. Hay que agregar también, en el motor de combustión, sólo el 18% de la energía del combustible es utilizada para mover el vehículo, el resto sirve para accionar el motor, mientras que en el vehículo eléctrico el 46% de la energía liberada por las baterías sirve para mover el vehículo, por lo que el tiempo de reacción, del vehículo a motor eléctrico, es menor, pudiendo pasar del reposo al funcionamiento máximo en lapsos mucho menores. No obstante, el único mecanismo para almacenar energía eléctrica es en base a baterías, las cuales son más espaciosas, y en caso de agotarse, requieren un mayor periodo de recarga, que el simple llenado de un estanque.
El uso de motores eléctricos ha aumentado desde que reemplazaron en la mayoría de sus aplicaciones a las máquinas de vapor. Los motores eléctricos se hallan en las más variadas dimensiones o tamaños, desde los pequeños motores fraccionarios empleados en pequeños instrumentos hasta potentes sistemas que generan miles de caballos de fuerza.

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Los más conocidos

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Aunque aquí en Chile sólo se han presentado 2 modelos de autos eléctricos, de los cuales uno se esta comercializando y el otro llegaría dentro del próximo año, en el mundo ya hay varios autos eléctricos, tanto de lujo y que están marcando tendencias, como otros no tan lujosos pero que se les está conociendo debido a que son eléctricos, lo que hoy en día más que nada se está convirtiendo en una moda

Tesla Roadster
Tesla Roadster
Tesla Roadster
Precio: 98950 dólares (60.500.000 de pesos chilenos aproximadamente).
Aceleración: 0 a 100 km/h en 3,9 segundos.
Velocidad máxima: 200 km/h.
Tiempo de carga: 2 a 4 horas.
Autonomía: 350 km.


UEV Spyder
UEV Spyder
UEV Spyder
Precio: desde 70000 dólares (42.800.000 de pesos chilenos aproximadamente), hasta 100000 dolares (61.150.000 de pesos chilenos aproximadamente) con baterías de iones de litio.
Aceleración: 0 a 100 km/h en 7 segundos.
Velocidad máxima: 160 km/h
Tiempo de carga: 1 a 6 horas
Autonomía: 110 a 240 km, 400 km con las baterías de iones de litio


Mullen L1X-75
Mullen L1X-75
Mullen L1X-75
Precio: 125000 dólares (76.420.000 de pesos chilenos aproximadamente).
Aceleración: 0 a 100 km/h en 3.1 segundos.
Velocidad máxima: 190 km/h
Tiempo de carga: 4 a 6 horas.
Autonomía: 160 km.


Smart EV
Smart EV
Precio: desde 21900 dolares (13.400.000 de pesos chilenos aproximadamente) hasta 27700 dolares (16.950.000 de pesos chilenos aproximadamente)
Velocidad máxima: 120km/h.
Tiempo de carga: 4 a 8 horas.
Autonomía: 110 km


GEM cars
GEM e2
GEM e4
GEM e6
Precio: desde 6795 dólares (4.150.000 de pesos chilenos aproximadamente).
Velocidad máxima: 40 km/h
Tiempo de carga: 6 horas
Autonomía: 55 km
Hay que agregar que como se ve en las imágenes hay diferentes modelos de este auto eléctrico y cada uno tiene precios diferentes también se le pueden agregar muchas otras cosas como para que la funcionalidad de este vehiculo cambie según las necesidades del comprador.


ZENN
ZENN
Interior del ZENN
Precio: desde 17245 dólares (10.550.000 de pesos chilenos aproximadamente).
Velocidad máxima: 40 km/h
Tiempo de carga: 4 a 8 horas
Autonomía: 55 km


Miles ZX40
Miles ZX40
Sistema de baterias del Miles ZX40
Precio: 30000 dólares (18.350.000 de pesos chilenos aproximadamente).
Velocidad máxima: 128 km/h
Tiempo de carga: 10 horas
Autonomía: 190 km


Phoenix SUT
Phoenix SUT
Precio: 35000 dólares (21.400.000 de pesos chilenos aproximadamente).
Velocidad máxima: 190 km/h
Tiempo de carga: 6 horas
Autonomía: 160 km

G-Wiz EV
G-Wiz EV
G-Wiz EV
Precio: £6,999 libras esterlinas (7.450.000 de pesos chilenos aproximadamente) a £8,299 libras esterlinas (8.850.000 de pesos chilenos aproximadamente).
Velocidad máxima: 70 km/h
Tiempo de carga:
Autonomía: 75 km


Kurrent
Kurrent
Kurrent
Precio: 10600 dólares (11.270.000 de pesos chilenos aproximadamente).
Velocidad máxima: 55 km/h
Tiempo de carga: 8 horas
Autonomía: 60 km

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